23 de agosto de 2010

Princesas mutiladas

.
.
Ahí están las princesas mutiladas, con extensiones hasta el suelo, con sostenes copa D, apuradas por el ansia, con las manos rotas de tanto tocar. De espaldas, acostadas en alfombras gastadas, cansadas y roncas de tantos revolcones. Princesas aburridas, perfumadas hasta el escote más profundo. Tentando hombres fríos, de carnes calientes. Princesas desteñidas, sin hadas madrinas que transformen sus calzones en serpientes. Sin dragones guardianes, que mataron dándoles bencina para tener llamaradas gigantes. Princesas mutiladas por dentro, con la piel gastada por fuera. Con las bocas cansadas, con las piernas abiertas, con los muslos acalambrados, apoyados en alfombras por donde pasaron bufones y príncipes rebeldes. Princesas contagiosas, con gemidos que tiemblan. Princesas infecciosas, con heridas secretas. Ni las amarras de Ulises resisten, ni el mástil más fuerte. Se doblegan todos, por las princesas mutiladas, a las que quieren morder, chupar y por las que quieren morir de gusto entre sus piernas.

4 comentarios:

Marcelo Munch dijo...

Esto está muuuu güeno. Vaya pluma.

Agradeciconmovido. De verdad.


Saludos cordiales

Carmen Galdames J. dijo...

Gracias Marcelo!
:)

Santy Almarza dijo...

Complejo, dulce y lujurioso.

Rodrigo Cortés dijo...

Y está muy bueno el texto. Era de la novela del año pasado?